Nuestro fundador

Pionero de la radio y la televisión en el Sureste de México, fue un apasionado defensor de la libertad de expresión y fundador de casi una decena de periódicos en la Península de Yucatán y otros estados, Don Andrés García Lavín forjó y consolidó el grupo Servicios Informativos y Publicitarios del Sureste (SIPSE), el corporativo de medios de comunicación más grande e importante de la región.

Fue parte fundamental para contribuir y sacar del aislamiento en que vivía Yucatán en los años sesentas respecto del resto del país, y creó desde 1962 una infraestructura de medios que posicionó a Grupo SIPSE como líder peninsular en la producción de programas de radio, televisión y edición de diarios.

Su relación con empresarios de la talla de los señores Rómulo O´Farrill Silva y Rómulo O Farrill Jr., así como con Jorge Suárez Díaz y Gonzalo Castellot Madrazo, en los inicios de la televisión mexicana,

y posteriormente con Emilio Azcárraga Milmo, permitió a Don Andrés García Lavín el desarrollo y consolidación de la televisión en la región Sureste.

Sus vínculos de negocios con Televisa permitió a Grupo SIPSE formar una alianza estratégica con esa empresa, la compañía de comunicación más grande de habla hispana, y posteriormente con Grupo ACIR, lo que ha fortalecido su presencia en prensa, radio, televisión e internet.

EXPERIENCIA EN MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Sus inicios en los medios de comunicación datan de los años 50, cuando colaboró como contralor y subgerente administrativo en la primera estación de televisión en México, el Canal 4, manejado por la entonces empresa Televisión de México S.A. Esa experiencia llena de retos y satisfacciones marcó su destino como forjador de los medios de comunicación en el Sureste, donde años más tarde se desempeñó como director gerente del desaparecido periódico Diario del Sureste, en Mérida; gerente general de la Cordelería Sisal y gerente del complejo Cordemex.

La etapa más fructífera de su vida comenzó con la fundación en 1962 de la Televisora de Yucatán que transmite la señal del Canal 2, que despertó el ímpetu por llevar la información y el entretenimiento a miles de familias en el Sureste de México.

PROTAGONISTA DE LA HISTORIA

Don Andrés García Lavín fue testigo y protagonista de los inicios de la televisión en México, al formar parte de la planta laboral de Televisión de México con los empresarios Rómulo O Farrill Sr. y Rómulo O Farrill Jr, cuando en el 31 de agosto de 1950 se realizó la primera transmisión televisiva, que entonces se ocupó del IV Informe del Presidente de la República, Miguel Alemán Valdés.

Actividad empresarial

Conservando su entrañable amistad con Rómulo O´Farrill y su familia, Don Andrés García Lavín funda en 1965 el periódico Novedades de Yucatán (hoy Milenio Novedades).

Tres años después, expande el consorcio de medios al fundar la Televisora Peninsular Canal 9 en Mérida (XHYTV Canal 2), la Televisora de Campeche Canal 12 y la Televisora de Tapachula Canal 7.

También en 1968 funda y dirige la estación de radio de Frecuencia Modulada XHGL y de Amplitud Modulada XEZ, en Mérida; la XERCAM, en Campeche y la XEROO, en Chetumal, Quintana Roo. En 1974 consolida el conglomerado de medios impresos al fundar y dirigir los periódicos: Novedades de Quintana Roo, en Cancún; Novedades de Campeche, en Campeche, y Novedades de Acapulco, en Guerrero. En 1982 funda Novedades de Tabasco en Villahermosa, y en 1992, la Televisora de Cancún, Canal 13 (XHCCU TV Cun).

En 2004, acelerar la marcha de Grupo SIPSE en el segmento de los medios impresos y encabeza la cruzada para abrir una nueva empresa periodística, el diario De Peso en Yucatán, al que le siguieron De Peso en La zona norte de Quintana Roo, y De Peso Chetumal.

Dada su trayectoria como periodista, luego de un curso en la Universidad de Columbia, Nueva York, en 1970,

En 1982, Don Andrés García Lavín presidió la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), y de 1973 a 1975 y de 1985 a 1987, ocupó la vicepresidencia de la Cámara Nacional de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT).

De 1991 a 1995, presidente de la Asociación Internacional de Radiodifusión, con sede en Montevideo, Uruguay, y en 1995 formó el Comité Mundial de Libertad de Prensa compuesto por 14 miembros periodistas del mundo. Desde 1995 fungió también como vicepresidente del World Press Freedom Commitee de Washington D.C.

Entre los muchos reconocimientos que recibió, destacan el Premio Ocho Columnas como “El comunicador del año” por la Universidad Autónoma de Guadalajara, y como “Radiodifusor del año de la República Mexicana”, entregado por el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, en 1997.

En 2001 fue distinguido por el Gobierno de Venezuela con la Condecoración de Primera Clase de la Orden Francisco Fajardo, por su trayectoria como comunicador internacional.

Semanas después de su fallecimiento en julio de 2007, organizaciones nacionales e internacionales como la Cámara Nacional de la Industria de La Radio y la Televisión (CIRT, la Asociación Internacional de Radio (AIR), La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y la Asociación Mexicana de Editores (AMME) hicieron sendos reconocimientos a su trayectoria empresarial y a su labor en pro de la libertad de expresión en todos los ámbitos sociales.

A lo largo de su trayectoria como contador público, periodista y empresario, García Lavín rechazó numerosas invitaciones para ocupar cargos públicos, candidaturas políticas por la alcaldía de Progreso (de donde era originario) y diputaciones, pues siempre mantuvo su convicción de promover la empresa como generador de riqueza social y de empleos.

Su filosofía empresarial basada en la confianza, la creatividad y el talento de sus recursos humanos le aseguró el éxito del emporio empresarial de Grupo SIPSE.

EL FILÁNTROPO

Desde los años sesentas, cuando ya era un prominente hombre de negocios, el CP. Andrés García Lavín ya había extendido en múltiples obras de caridad su sentido de generosidad y el deseo de ayuda incondicional, valores aprendidos de su padre.

Así, en 1993 crea la Fundación García Lavín para favorecer a los sectores sociales más desprotegidos. Una de sus obras de mayor alcance social fue el haber contribuido con el Gobierno de Yucatán y la sociedad civil para desarrollar más de 87 mil acciones de vivienda, el 30 por ciento se trataba de casas nuevas, a favor de la población afectada por el paso del huracán “Isidoro” en septiembre de 2002.

Albergues, asilos, organizaciones de ayuda a discapacitados, la Cruz Roja y muchos grupos apostólicos se han beneficiado con su aportación, pero también con sus intervenciones directas, que quedaron en la memoria de quienes las recibieron.

Entre las obras legadas por la Fundación García Lavín figuran un comedor popular en el centro de la ciudad de Mérida, la construcción y mantenimiento de un centro de atención para enfermos de VIH y la edificación y mantenimiento de "La Casa de María" y "Casa Nazaret" para los más necesitados.

Además, la donación del terreno y la construcción de la capilla "Nuestra Señora de Guadalupe", la reconstrucción de la Iglesia Parroquial de Progreso, Yucatán, así como la edificación de más de 20 viviendas para campesinos y personas marginadas.

También entregó donativos a centros de atención para personas necesitadas como el Patronato Pro-niño con Deficiencia Mental A.C., Centro de Formación Humana A.C., Albergue para Ancianos "Santa Inés, A.C." y "Ayuda para Madres Embarazadas" (AME) del grupo Paternidad

Responsable, entre otros.

LA FAMILIA

Don Andrés García Lavín estuvo casado con Ana María Gamboa Fajardo -con quien contrajo matrimonio el 16 de enero de 1953- con quien procreó a sus hijos Andrés, Alicia, Juan Camilo, Alejandro, Ana María y Gerardo García Gamboa.

El director general de medios impresos de Grupo SIPSE, Gerardo García Gamboa, resumió en un libro biográfico la trayectoria de su padre: “Un niño de condición humilde que vino a Mérida, pasando por el estudiante disciplinado, así como por el modesto contador que una tarde se fue ilusionado a la Ciudad de México, hasta el hombre visionario que regresó a Yucatán para dotar a su tierra de un sólido dinamismo en la comunicación y en muchas otras aventuras que resultaron provechosas”. Ese era Don Andrés García Lavín.

“Yo vengo de una familia pobre y eso jamás lo he olvidado. Ahora, si me preguntan por tener, yo estoy más que satisfecho. Dios ha sido lo suficientemente misericordioso conmigo. Me ha dado todo. No deseo más. No tengo caprichos en la vida”, dijo alguna vez García Lavín, quien siempre sintió que quedaron saldos pendientes por cubrir.